Paulo Pezzolano dejó en el primer día sobre el césped su carta de presentación. En una sesión intensa y larga -de casi dos horas de duración-, el nuevo entrenador del Real Valladolid esbozó su idea en la primera toma de contacto con la plantilla.
El cuerpo técnico diseño una sesión con intensidad en cada acción y agresividad en la recuperación como principales ingredientes. En la segunda parte del entrenamiento se apoyó en el Promesas, con el objetivo de dar más realidad a cada ejercicio. Todo ello con el RCD Mallorca en el punto de mira y con Machis ejercitándose al margen, además de con las ausencias de El Yamiq -con trabajo individualizado-, Olaza y Anuar.