El Real Valladolid se juega no la vida, pero casi, en un partido vital para el futuro del Club en Primera División. En Zorrilla la familia blanquivioleta unida tiene que sacar adelante un duelo de más de tres puntos, un partido para empezar a levantar el vuelo, para volver a creer, para demostrar que no está dicha la última palabra en esta LaLiga EA Sports.
Será este viernes 13 de diciembre, a partir de las 21.00 horas, cuando el balón ruede por el verde pucelano. El rival, un Valencia CF también con necesidades, pero no tantas, que llega a Valladolid en una noche que se prevé fría, con temperaturas en torno a los 2ºC, pero calentada por la afición castellana en 90 minutos de tensión y emoción que debe acabar con final feliz.
Álvaro Rubio se sentará de nuevo en el banquillo para dirigir a un Pucela que anhela esos tres puntos. Colista, con nueve en 16 partidos, los pucelanos buscan ser ese nadador conocedor de las corrientes: dejarse arrastrar hasta encontrar la vía de escape hacia la orilla. La distancia hacia la permanencia puede parecer lejana, pero una victoria mañana pondría en el camino al equipo.
El último precedente invita a sonreír dentro de un igualado histórico que es ligeramente favorable a los vallisoletanos en Zorrilla, ya que de 45 choques en Primera se ha vencido en 19 y se han empatado 14. El partido estará dirigido por el madrileño Ortiz Arias, protagonista en aquel gol anulado a Escudero hace dos temporadas que sigue en el recuerdo de la afición.
Con todos esos ingredientes, Valladolid, porque el viernes juega el Club, la ciudad y toda la provincia, busca tres puntos que permitan, al menos, coger aire y dibujar esperanza para cerrar el año 2024 en Zorrilla.