El Pucela ha pasado mucho tiempo, demasiado tiempo, en el exilio. Por fin vuelve a casa. Lo hace con ganas de redimirse tras dos derrotas consecutivas a domicilio que, es cierto, han minado la confianza de un equipo que firmó un buen arranque liguero.
Por eso, al abrigo de su gente, el Real Valladolid quiere reencontrarse con su mejor versión. Enfrente estará un equipazo como la Real Sociedad, equipo que ha comenzado la competición de manera dubitativa y que no regalará absolutamente nada. Los dos equipos se encuentran igualados en la tabla con cuatro puntos y necesitan mejorar su balance de goles marcados y encajados.
Los precedentes históricos, con mucha solera, sonríen a un Real Valladolid que tiene claro que es necesario recuperar la solvencia defensiva para hacer frente a los txuri-urdines. Contarán con el aliento de más de 20.000 personas, a las que Paulo Pezzolano invitó a sufrir juntos, unidos, en el proceso de mejora. Sufrir juntos para disfrutar juntos.
El encuentro, designado de Alto Riesgo por el Comité Antiviolencia, comenzará a las 14.00 horas y será dirigido por el colegiado balear Cuadra Fernández, auxiliado por Pizarro Gómez a los mandos del VAR.
En los prolegómenos, la familia y compañeras de equipo de Sofía Oliva en el CD Parquesol, aficionada de Real Valladolid y Real Sociedad tristemente fallecida, protagonizarán un sentido homenaje privado. La laureada deportista vallisoletana Marta Arce, ya con cuatro medallas paralímpicas en su trayectoria, recibirá la admiración de Zorrilla antes del pitido inicial.