Sandro destroza la mala racha
El ariete grancanario volvió a celebrar un gol en partido oficial casi dos años después
Controló con mucha calidad en el centro del campo, junto a los banquillos, escorado a la banda izquierda. El partido moría y los tres puntos ya estaban en el bolsillo. Arrancó decidido para superar su marca y dividir la zaga rival. A ambos lados, dos compañeros que esperaban el pase. Era lo que tenía en mente, pero los centrales se abrieron y Zorrilla estalló. “Tira”, gritaron los más de 18.00 aficionados. “¡Tira!”
Y Sandro tiró. Con todo el alma. Un zapatazo que significó mucho más que un gol. Alivio y alegría incontenida del delantero. Euforia de todo el Estadio. Muchas dedicatorias y una piña para el recuerdo. El grancanario por fin celebraba un gol en partido oficial casi dos años después y lo hacía arropado por su gente. La que le ha apoyado siempre, la que coreó su nombre cuando falló un penalti en el mismo escenario algunas semanas atrás.
Porque es muy fácil estar al lado de alguien en la victoria. Lo difícil e importante es hacerlo cuando la fortuna es esquiva. Y Sandro sabe que la afición del Pucela y todo el vestuario se han volcado con él todo este tiempo. Anhelando el gol casi más que el propio delantero. Una alegría colectiva tan bonita y sincera que garantiza que lo mejor está por llegar.
