Nikitscher se mostró “increíblemente feliz” al iniciar su nueva etapa. El centrocampista húngaro recala en el Real Valladolid convencido del destino e implicado al 100% en dar lo mejor de sí para revertir la mala situación clasificatoria. Actitud fresca de un jugador, internacional por Hungría, que abarca mucho campo y que destaca por su capacidad física.
“Es un inmenso honor formar parte de un equipo con una historia tan amplia”, subrayó. Una historia, por cierto, en la que Hungría tiene un papel muy destacado. De allí procedía el primer entrenador blanquivioleta, Esteban Platko, y el primer extranjero, Rezso Kohut.
Nikitscher realizó la comparecencia en su idioma materno para expresarse con más comodidad, pero quiso explicar que la comunicación no será un problema en su adaptación. “En el vestuario y el campo nos comunicaremos en inglés por el momento”, sonrió. El centrocampista mostró el hambre con el que llega e hizo hincapié en que se dejará todo para ayudar al equipo. “Hay que saber que los jugadores estamos haciendo todo lo posible para sacar al Club de esta situación, somos conscientes del punto en el que está y estamos dispuestos a arrastrarnos por el barro y hacer lo que haga falta”.
Domingo Catoira, director deportivo, ejerció de anfitrión y explicó que el futbolista se ha comprometido con el Real Valladolid hasta el 30 de junio de 2028.