Victoria agónica del Real Valladolid Simancas. A pesar de dominar al Lóstrego CF en esta jornada 21 en Tercera RFEF, las castellanas no lograron materializar sus ocasiones en una primera mitad claramente favorable. En el inicio de la segunda la capitana Maka adelantó al Pucela, pero un gol gallego en el minuto 84 encendió las alarmas. Sin embargo, apareció de nuevo la central para, en el descuento, también a balón parado, firmar el definitivo 2-1 que permite seguir la estela del grupo de cabeza en este grupo I.
Empezó de cara el partido, que parecía que podía decantarse en esos primeros minutos. Un disparo desde la frontal cuando aún no se había jugado un minuto dejó claras las intenciones locales, que en el 2' impactó un balón en el larguero en un disparo de Violeta ante la que intervino con calidad la meta gallega. De hecho fue gracias a la portera que el 0-0 se mantuvo, ya que una y otra vez llegaba el equipo de Rubén Beltrán, muy seguro. En el 15' de nuevo el larguero impidió el gol en un disparo de Paula que tocó la portera, y Maka estuvo a punto de hacer el primero en la salida de ese córner. Ángela volvió a salvar a las suyas con un paradón en el 22' en una ocasión de Violeta en el área, en la que controló con mucha clase y sacó el disparo. Paula Arratia en el 25' no logró conectar con el centro raso de Nahia en otra buena llegada pucelana, y la primera parte acabó con una para el cuadro visitante en el que las locales demostraron la concentración que estaban poniendo, sofocando una y otra vez la sucesión de disparos en contra.
Merecía el gol el Real Valladolid Simancas, y pudo conseguirlo nada más comenzar la segunda parte en otro remate que volvió a impactar contra el larguero. Pero esa mala fortuna, esa pizca de puntería que faltaba, la enmendó la capitana en el minuto 54. Una jugada ensayada en saque de esquina resultó en un disparo de Noelia desde el balcón del área, repelió la portera y Maka estuvo hábil para cazar el rechace con un poderoso zurdazo dirigido a la escuadra. Ese 1-0 aportaba tranquilidad y el guion se mantuvo, con un Pucela llevando el peso de las ocasiones. Violeta, Ali Zamora, Nahia y Sandra la tuvieron en sendas opciones pero sin éxito. Y en esas llegó, ya en el 84', el gol gallego, también en un córner.
Tocaba remar y apenas quedaban diez minutos. Tocaba recomponerse, hacerse fuerte, apretar. Y este Pucela demostró que tiene capacidad de sobra para ello, con todas las piezas de ataque dispuestas sobre el verde. Creyó, y lo logró. El gol llegó en la última, en otro balón parado, una falta cometida sobre Claudia cerca de la línea de banda que la joven palentina colgó al área. Al corazón. Allí apareció, poderosa, cómo no, la capitana. Dominadora del juego aéreo, experta en las dos áreas, Maka empujó la pelota al fondo de la red para el último estallido de pasión del partido.