Sergio Asenjo Andrés volverá a vestir la camiseta del Real Valladolid. El portero regresa a la que es su casa una vez se ha alcanzado un acuerdo con el jugador para firmar hasta el 30 de junio de 2024. Nacido en Palencia el 28 de junio de 1989, se formó y creció como jugador y persona en las categorías inferiores del Pucela antes de debutar con el primer equipo castellano.
Con 33 años recién cumplidos, la trayectoria de Asenjo en el fútbol internacional no es ningún secreto. Se trata de un portero que ha levantado títulos nacionales y europeos, con casi 300 partidos oficiales en Primera División, en torno a 40 entre Liga de Campeones y Europa League, y que ha defendido la camiseta de la Selección Española tanto en la absoluta como en sus inferiores.
El palentino ha disputado las últimas nueve temporadas en las filas del Villarreal CF, en LaLiga Santander, donde además portó el brazalete de capitán. Antes vistió de rojiblanco en el Atlético de Madrid entre 2009 y 2013, durante cuatro temporadas, con una cesión de medio año al Málaga. Pero su pasado más relevante, el más recordado por la afición blanquivioleta, tuvo lugar antes.
Sergio Asenjo debutó en Segunda División B como guardameta del Promesas en la temporada 2006-07, a sus 17 años. Ese mismo curso también se estrenó con la primera plantilla en Copa del Rey, con el equipo en ese momento en Segunda y el palentino como tercer portero bajo las órdenes de Mendilibar en un año que acabó con un ascenso muy especial.
En la 2007-08, cumplida la mayoría de edad, Asenjo se consolidó a partir de la jornada 14 como portero titular en la élite del fútbol español, después de haber arrancado esa campaña en el Promesas. Y en la 2008-09 continuó como titular en la portería del Real Valladolid en Primera División con la salvedad de los cuatro meses que estuvo de baja -entre diciembre y abril- a causa de su primera lesión de rodilla. Ese año, su último como blanquivioleta, se vivió un agónico final de temporada en el cual el portero fue clave sobre el césped del Benito Villamarín, en la última jornada, para asegurar el empate que daba la permanencia.
Su carácter castellano y su arraigo por los colores del Real Valladolid hacen de Sergio Asenjo una figura que, más allá de sus cualidades futbolísticas, también refuerza el apartado sentimental. Se marchó de casa a los 19 años como joven diamante del fútbol español y regresa más de diez después consolidado como uno de los mejores porteros de LaLiga de los últimos tiempos. Una forma de ser que se ha visto probada por hasta cuatro lesiones graves de ligamento cruzado en sus rodillas de las que Asenjo ha vuelto siempre con fuerza demostrando una fortaleza física y mental a la altura de los más grandes. Bienvenido a casa, Sergio.