Aprendizaje de todos

La derrota del Real Valladolid Promesas contra el CD Numancia dejó un sabor amargo en el filial blanquivioleta. “Ha sido un partido muy competido. Hemos entrado bien, incluso con su empate. Hablamos de minimizar los errores y luego no hemos estado acertados. Es un partido que deja cosas positivas y negativas para el aprendizaje de todos”, analizó Manu Olivas tras el encuentro.

El técnico explicó que generaron ocasiones para marcar más goles, pero de nuevo no estuvieron “acertados”. “Hay que animar a los chicos y enseñarles a convivir con los fallos. Queríamos despedirnos ganando. Autocrítica y mejorar en todo lo que podamos”, señaló.

Y es que al filial blanquivioleta se le torció la mañana en los Anexos con el paso de los minutos, yendo de menos a más. Por ello, se marcharon dolidos. “Estaban jodidos porque son jugadores ganadores que no quieren perder ni las tareas de entrenamiento. Me gusta verles enfadados por no sacar las cosas adelante. No ha podido ser la despedida que queríamos. Intentar llevarnos una victoria en un campo precioso con mucha historia y con un rival que sí que se está jugando cosas. A prepararnos para ello”, expresó.

El Promesas afrontará la última jornada sin nada en juego, pero Manu Olivas puso en valor el trabajo a lo largo del curso y, en particular, desde su llegada al banquillo: “Para nosotros ha sido fácil porque el equipo estaba ultra trabajado. Hemos ido dando matices, como ser más agresivos en campo rival. Reconocibles, atrevidos y valientes, que lo intentemos siempre”.

Un curso que ha servido a los futbolistas para continuar su crecimiento y seguir alcanzando los objetivos de “ver a juveniles y a jugadores con el primer equipo”. “Que cada año consigamos dar pasitos. Son ligas que para los filiales son súper competitivas y preparan al chico para el fútbol profesional. Hay clubes históricos, ambiciosos y con un nivel competitivo muy alto. Ojalá el año que viene estemos aquí y el filial esté peleando por un ascenso a Primera RFEF”, concluyó.