Poquito a poco, sin hacer ruido, avanzando en la clasificación peldaño a peldaño, el C.D. Tenerife, el próximo rival del Real Valladolid en Zorrilla (domingo, 16 horas), ha hecho camino al andar y ya es cuarto en la tabla.
Con José Luis Martí en el banquillo, el equipo chicharrero ha encontrado una línea recta ascendente a base de explotar con coherencia los recursos de una plantilla confeccionada por el vallisoletano Alfonso Serrano, exjugador y exsecretario técnico del Real Valladolid, y que se ha redondeado en el mercado invernal con las incorporaciones de Tyronne (U.D. Las Palmas), Rachid (Sporting de Gijón) y el japonés Shibasaki (Kashima Antlers).
El aval de este C.D. Tenerife para estar arriba es incuestionable y demoledor: en el Heliodoro no pierde desde hace más de un año. Por supuesto, si es capaz de mantener esta racha, y mejora sus prestaciones como forastero (fuera de casa sólo ha sumado 10 puntos hasta el momento), el equipo canario aspirará a todo.
En cuanto a sus planteamientos de juego, a nivel defensivo el C.D. Tenerife no un equipo que busque encerrarse en su área y salir al contraataque, aunque tiene jugadores que lo podrían hacer perfectamente. Alternan presión alta sobre el inicio de juego contrario con presión en bloque medio, con una estructura 1-4-4-2 muy lineal, buscando orientar el ataque rival por fuera.
En determinados momentos, la presión alta puede parecer desorganizada, pero la velocidad de sus jugadores de ataque y la intensidad de sus dos medios defensivos les permite aprovechar cualquier error en el pase o un mal control del rival para recuperar y salir con hasta cuatro jugadores en transiciones rápidas, aprovechando la velocidad y verticalidad de sus dos jugadores de banda, Suso (u Omar Perdomo) y Aarón Ñíguez (hermano de Saúl, el extraordinario jugador del Atlético de Madrid), y sus dos delanteros, el “Choco” Lozano y Amath, un joven futbolista formado en los Anexos, al que fichó el Atlético de Madrid para cederlo esta temporada al C.D. Tenerife.
Cuando el equipo rival es capaz de progresar, cobran mucho protagonismo los dos medios defensivos, Alberto y Vitolo, que son los encargados de realizar ayudas a laterales, acaparar los robos de balón e iniciar la transición ofensiva.
Con su actual pareja de centrales, Jorge Sáenz y Germán Sánchez, el C.D. Tenerife no ha encajado un solo gol.
A nivel ofensivo, el C.D. Tenerife no es un equipo que arriesgue en exceso en el inicio de juego y ante presión alta de equipo rival utiliza el golpeo largo de Dani Hernández, el exportero del Real Valladolid, para trasladar el juego a campo contrario, donde la velocidad, verticalidad, movilidad y talento individual priman por encima de la complejidad de los automatismos ofensivos.
Si el equipo rival lo permite, no tiene problema alguno en buscar juego combinativo desde línea defensiva. Para ello, los dos laterales (Raúl Cámara y Camille) elevan sus posición hasta la línea de los dos centrocampistas centrales aprovechando los movimientos interiores de los jugadores de banda, sobre todo de Aaron Ñíguez, que partiendo desde banda izquierda busca posiciones interiores para generar superioridad por dentro.
En campo contrario, el juego tinerfeño es siempre individual o de asociación a través de paredes cortas. Los delanteros siempre presentan mucha movilidad, intercambio de posiciones y verticalidad, sobre todo Amath, el jugador más en forma en este C.D. Tenerife y quizá de toda la Liga 1I2I3, que fue el autor del gol de su equipo en el partido de la Copa del Rey que ganó el Real Valladolid en la prórroga (3-1).
En el partido de ida, el C.D. Tenerife se impuso al Pucela por 1-0, con un gol del central Carlos Ruiz al filo del descanso, con un cabezazo a la salida de un córner, después de una buena primera parte blanquivioleta. Tras el descanso, el Tenerife jugó muy bien con la ventaja en el marcador, manejó el partido y desactivó al Real Valladolid, en la que fue su primera derrota de la presente temporada.
