16 de marzo de 2008. Iñaki Bea era titular ante Osasuna en Zorrilla (0-0) y se aseguraba su renovación una temporada más. En la segunda parte se lesionó tras lanzarse a por un balón y prolongó su particular calvario. Después de ser una pieza fundamental en la temporada del ascenso, el de Amurrio se abrazó a la mala suerte y encadenó un contratiempo tras otro. Como el que le hizo caerse del equipo el pasado 10 de agosto en La Haya cuando ya estaba casi en plenas condiciones para ponerle las cosas difíciles al míster.
Diez meses después de su última aparición en un partido oficial, Iñaki volvió este domingo a sentirse futbolista. Cuando llegó a Zorrilla algo más de una hora antes del partido tenía un brillo especial en los ojos, el mismo que le había faltado últimamente. Se le notaba confiado y decidido a demostrar que volvía por sus fueros. "La verdad es que me encontré muy bien táctica y físicamente, algo que no es fácil cuando llevas tanto tiempo inactivo. Quitando los últimos quince minutos, que me sobraron, me voy contento con mi rendimiento individual". No es para menos. El bueno de Iñaki cuajó una buena actuación y mantuvo a raya al gigantón Zigic y a sus bajitos escuderos.
Tras el entrenamiento de este lunes, que por primera vez en mucho tiempo fue de recuperación para el defensa vasco, Bea ofreció sus impresiones a los medios de comunicación. Como no podía ser de otra manera, el siempre analítico central repasó sus últimos meses. "Tenía miedo al futuro, el fútbol no es pasado y por muy bien que lo hubiera hecho en la temporada del ascenso tenía miedo de haber salido de la rueda, de haber caído en el olvido de la afición y de la gente del fútbol. Me he quitado un peso de encima porque a veces pensaba que no se iban a acordar de mí y eso es duro".
Iñaki también lanzó un guante a otros jugadores como Borja y Óscar Sánchez, que ante el Racing volvieron a disfrutar de minutos. "Me alegró mucho por ellos, porque demostraron que el míster puede contar con ellos cuando quiera".
Como bien dice Iñaki Bea, el fútbol es futuro, así que ya está centrado en el doble compromiso ante el Sporting de Gijón. Su ilusión es seguir entrenando duro para volver a contar con una nueva oportunidad "en un campo muy bonito y ante un rival histórico".
Fotografía: Iñaki Bea posa este lunes delante de la puerta de los Anexos.
