Diego Costa recaló en Zorrilla este verano en el marco del traspaso de Asenjo al Atlético de Madrid. Desde sus primeras actuaciones como blanquivioleta dejó claras muestras de ser un jugador talentoso y sacrificado en el terreno de juego por el bien del equipo. Mendilibar le ha sabido exprimir para acabar con la fama de jugador irregular que tenía y ya es el máximo goleador del Real Valladolid tras su precioso tanto ante el Athletic Club.
Ante los bilbaínos el brasileño se soltó un auténtico partidazo. Trabajó de manera generosa e inteligente en defensa, y ofreció mil y un desmarques a sus compañeros para tratar de derribar el muro rojiblanco. Finalmente el partido más loco de los últimos tiempos acabó en un empate que dejó un poso agridulce en Zorrilla. Se recuperaron las buenas sensaciones, pero no se pudo celebrar una victoria.
"Dejé lo máximo que puedo dejar sobre el campo. Al final del partido estaba muy cansado, trate de hacerlo lo mejor posible. Al míster le gusta que presione arriba para poder robar balones y crear una contra", explicaba un Diego Costa que sabe que con Mendilibar es necesario "estar centrado y trabajar en cada entrenamiento" para poder jugar los domingos.
"No soy un delantero fijo, me gusta estar siempre en movimiento, buscar espacios en las bandas y crear espacios para mis compañeros". Su movilidad fue un auténtico quebradero de cabeza para unos bilbaínos que casi vez cómo Costa consigue el tercero del partido para el Pucela cuando los blanquivioleta eran uno menos.
Nivaldo se defiende
El otro gran protagonista del partido fue Nivaldo. El brasileño estuvo inmerso en la fortuita jugada que lesionó a Llorente, marcó un gol y fue expulsado por doble amarilla. Fue la tercera expulsión de su carrera, la segunda desde que llegó a Valladolid. "No soy un jugador violento, trabajó fuerte para estar bien en los partidos. Espero que los árbitros no piensen que soy violento porque no es así".
El central mejoró respecto a partidos anteriores y espera seguir en la buena línea. "Espero poder marcar muchos más goles y que me quiten la segunda amarilla para poder jugar en el Bernabéu. No le toqué. Estoy contento con mi partido y con el de mis compañeros. Creo que lo hicimos bien y que merecimos ganar".
Fotografía: En portada, Diego Costa, pleno de potencia, conduce la pelota (Gonzalo Martín); arriba, el ariete brasileño se marcha de Koikili (César Minguela).