Álvaro Rubio reconoció la muy mala primera mitad y puso en valor el cambio tras el paso por vestuarios, con una actitud que ha permitido luchar por el encuentro ante el CA Osasuna
"La primera parte ha sido muy mala y había que cambiar algo. Esa actitud, y también un cambio en la estructura para que fuera más sencillo, y la reacción ha sido buena. Ese penalti nos ha distanciado pero hemos seguido, conseguido el 2-3 y es una pena que al final no hayamos podido meter más balones en el área, pero no nos ha llegado la energía". Así condensó Álvaro Rubio la derrota ante el CA Osasuna en esta jornada 32 en LaLiga EA Sports, en la que el Real Valladolid ofreció dos caras diferentes, una primera sin intensidad y una segunda donde sí se mostró competitividad.
"El primer responsable de la primera parte soy yo, tenemos que mirarnos el querer, esa actitud con la que tenemos que salir, esa intensidad que no sé si he sido capaz de transmitir. Los jugadores unos días están unos más acertados, y otros otros, el compromiso está y hay que demostrarlo" arrancó el entrenador blanquivioleta, consciente del momento del equipo. "Sabemos cuál es nuestra situación", respondió, y explicó cómo afecta ya que "hay acciones difíciles de entender, las achacho a la situación tan extrema que estamos viviendo, hay veces que dentro no te da la cabeza para pensar" compartió Rubio, quien detalló que "hay cosas que luego se la enseñas en vídeo a los jugadores y se dan cuenta, pero en el campo no, la tensión te influye a cometer errores como los de los penaltis".
Por último, el entrenador blanquivioleta agradeció el apoyo de los aficionados presentes en Zorrilla, "entendiendo que la gente esté enfadada", y puso el foco en el duelo del jueves en Sevilla "donde tenemos otro partido que hay que ir a competir al máximo".