Tuvieron que llegar los desatascadores para resolver un encuentro que caminaba inexorablemente hacia el resultado gafas. El Pucela quería, pero no podía, y el Getafe bastante hacía con defenderse como gato panza arriba con un hombre menos. Canobbio agarró un balón al borde del área, se lo cedió a Víctor bajo las piernas de un defensa y el extremeño puso toda su calidad sobre el tapete para hacerle la pared con una cuchara por encima de los zagueros madrileños. Casi sin tiempo para pensar, Canobbio dio un sutil toque con la suela para evitar con un túnel la salida de Jacobo y empujar a la red.
Cuando dos jugadores de la clase de Víctor y Canobbio se alían el resultado puede ser brillante. Ya han demostrado lo bien que se entienden en más de una ocasión y ante el Getafe volvieron a hacerlo. Un gol precioso que sirvió para conseguir tres puntos de oro que permiten soñar. La salvación está ya prácticamente en la mano y ahora toca pelear por quedar lo más arriba posible. Por supuesto que alcanzar la zona europea será harto complicado, pero el buen momento del equipo despierta buenas expectativas. Pero piano, pasito a pasito. "Tenemos que ir partido a partido, mirando hacia arriba pero poco a poco", explicaba Víctor.
Es el sentir del vestuario. Ahora llega el temido tramo del calendario en el que hay que medirse consecutivamente a Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Villarreal, los cuatro conjuntos en zona Champions. El objetivo es vencer al Sevilla, ni más ni menos. "Ojalá podamos conseguir una victoria, aunque no será nada fácil. Ya hemos demostrado esta temporada que se nos dan bien los grandes, sobre todo fuera de casa".
En la primera vuelta el Pucela fue el mejor en los llamados Pirineos y consiguió nueve puntos de doce. Una renta impensable y más aún si se tiene en cuenta que en la primera vuelta el equipo de Mendilibar llegó a este tramo mucho más necesitado de puntos. "Ahora toca disfrutar". Hagámoslo, pues.
Fotografía: Víctor y Canobbio posan este lunes en Zorrilla.
