1-0: ¡Este Pucela sí!
El Real Valladolid cambia su cara y se presenta como un equipo de corazón y fe, de lucha hasta el último metro, de calidad y ataque, de inconformismo, para vencer al Real Betis y redimirse ante Zorrilla
La expresión 'año nuevo, vida nueva' pocas veces ha sido tan literal como ha demostrado el Real Valladolid este sábado, en el primer partido de 2025 en Zorrilla. El Pucela ha cambiado su cara por completo para redimirse ante su gente y revelarse como un equipo de corazón y fe, de lucha incansable en cada acción, de calidad con balón, de compromiso e inconformismo para seguir empujando con el marcador a favor. Un Pucela victorioso que ha convertido en oro, tres puntos, el gol de Kike para doblegar al Real Betis y cerrar la primera vuelta aún en puestos de descenso, pero con otras sensaciones.
La tarde de fútbol, en esta jornada 19, no era fácil. El equipo llegaba tras la derrota en Copa, colista en LaLiga EA Sports, y con el debe de mejorar en todas las facetas. Pero, con el trabajo de Diego Cocca desde el banquillo, desde luego este Real Valladolid sí es el que la afición quiere ver. Desde el primer minuto los locales mostraron que hay voluntad y que hay fútbol en las piernas. A los veinte segundos la tuvo Anuar, quien tras una recuperación de Marcos André disparó desde el área, ligeramente fuera. Su lamento fue el de todo Zorrilla. Vendrían más oportunidades ya que los castellanos mordían, eran intensos, jugaban de tú a tú a un rival situado mucho más arriba en la clasificación.
Los de Cocca estaban bien situados en el campo, seguros, frenando las peligrosas llegadas de los andaluces, como las de Bakambu o Abde. Con balón crearon, encontraron huecos entre líneas, querían llegar. El cabezazo de Javi Sánchez rozó el gol, Moro inventó en banda pero su disparo fue arriba, y Marcos André la tuvo para culminar una jugada completa de las que se echaban de menos, creando desde atrás, tocando en el centro y acelerada en los metros finales con Moro para Lucas Rosa y este atrás en el área para la llegada del delantero, cuyo disparo rozó el palo.
Un gol para volver a creer
Los aplausos de la familia blanquivioleta al descanso fueron una buena muestra de que el equipo estaba dando todo sobre el verde. Una fuerza que continuó en el segundo acto y que relativamente pronto tuvo su reflejo en el marcador. Fue en el minuto 58, en una jugada que empieza con Torres avanzando desde atrás, con Kike y Marcos André tocando en la frontal y el pase del '9' para Lucas Rosa a la espalda de la defensa. El lateral llegó y la puso perfecta al área, paralela a portería, para la llegada contundente de Kike. Explosión de felicidad en Zorrilla.
A partir de ahí, con el 1-0, se demostró la verdadera diferencia, la que debe conducir a la permanencia. En lugar de dar un paso atrás, se dio adelante. Se jugó en su campo y se buscó el segundo. La pudo encontrar Kike con un disparo de fantasía desde casi el centro del campo, ante el portero adelantado, que se perdió por muy poco. También Marcos André en un cabezazo tras centro de Anuar. Y Lucas Rosa. Y Moro. Y Sylla, ya en un eterno añadido que fue otro partido dentro de este partido. Es cierto que el gol no llegó, pero esa sensación permaneció. Esa de no rendirse, de agotarse en el campo, de presionar, de robar, de achuchar al rival y asfixiar sus opciones. Esa que hace a la afición sentirse orgullosa de su Real Valladolid.
Una prolongación infinita
Estaba tan cerca la victoria, que los diez minutos -más otro más que sumó- de tiempo de añadido se hicieron insoportables desde la grada, y muy sufridos desde el campo. Porque ahí sí, el Betis dominó. Cada balón en el área era tensión, miedo, angustia. En el recuerdo el partido ante el Athletic. Pero los jugadores demostraron que se aprendió de los errores del pasado. Se brilló en tareas defensivas, se sufrió, se rozó el empate pero no. Javi Sánchez la sacó in extremis, Lucas Rosa también bajo palos, se aguantó un córner en contra, y otro, y otro, y otro. Los minutos no pasaban, el tiempo parecía parado.
Tan parado que se heló. Sería el minuto 96 o el 97 (quien sabe, en lo relativo del tiempo de este añadido) cuando un balón a la espalda fue controlado por Jesús R. en el área. Encaró a Hein, que se hizo enorme, y el canterano optó por buscar un pase de la muerte. Ese balón de Schrödinger, gol y no gol. Lento, avanzaba, buscando a alguien que pusiera fin a ese lamento o a esa alegría, según el destinatario. Fue el capitán, Javi Sánchez, el que la cortó para euforia local.
Pero el partido seguía. Y ya cerca del 100 una falta lateral para colgar al área devolvió fantasmas, en este caso los del Sevilla y aquel gol de Bono convertido en pesadilla. Subió el portero Vieltes, remató de cabeza. Pero atrapó Hein. Ahora el partido había acabado. Los tres puntos eran blanquivioletas. El oxígeno volvió a flotar, el tiempo se reanudó, y todo el estadio José Zorrilla celebró estar un poco más cerca del objetivo. Vida nueva para devolver la esperanza y la ilusión. Un primer paso de un camino largo y difícil que, el próximo viernes 17 de enero, a partir de las 21.00 horas, depara otra noche de ser o no ser en Cornellá ante el RCD Espanyol.
Ficha técnica
(1) Real Valladolid: Hein; Luis Pérez, Juma (Cömert, min. 46. Torres, min. 55)), Javi Sánchez, Lucas Rosa; Mario Martín, Jurić, Kike Pérez (Iván Sánchez, min. 89); Moro, Marcos André (Sylla, min. 89), Anuar (Amath, min. 82)
(0) Real Betis: Vietes; Sabaly (Jesús R., min. 73), Llorente, Natan, Rodríguez; Altimira (Ruibal, min. 61), Isco, Johnny; Lo Celso (Mateo, min. 75), Bakambu (Víctor Roque, min. 61), Ez Abde (Juanmi, min. 73)
Goles: 1-0, Kike Pérez, min. 58.
Árbitro: Cordero Vega (C.T. cántabro) amonestó a los visitantes Llorente, Lo Celso, Johnny, Roque; y a los locales Marcos André, Kike Pérez
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 19 en LaLiga EA Sports disputado en el estadio José Zorrilla el sábado 11 de enero de 2025, primer partido del año, ante 21.911 espectadores