El Real Valladolid jugará en la Liga BBVA la próxima temporada. Con una victoria por 1-0 ante el R.C. Deportivo, el equipo blanquivioleta cerró matemáticamente su permanencia entre los grandes del fútbol español y cuando todavía quedan tres jornadas para el final de la competición, por lo que el lunes, clasificación en mano, solo tendrá que mirar hacia arriba y ver si puede superar al Espanyol, Rayo, Sevilla, Getafe y Betis.
La clave de la victoria blanquivioleta estuvo en el control mental que tuvo del encuentro. El Pucela quería ganar, pero, por encima de todo, no debía perder para no complicarse la vida hasta extremos insospechados en la recta final de la Liga. Tuvo tensión, pero controlada en todo momento.
El Derportivo, que estuvo desahuciado y que en los últimos partidos, de la mano de Fernando Vázquez, ya se veía salvado, no pudo superar la losa de saltar a Zorrilla en puesto de descenso. Al final de temporada, las botas pesan, las ideas no fluyen y el miedo a no ganar puede muchas veces más que la necesidad de vencer.
En este sentido, el Real Valladolid, pese a que pueda parecer que no tiene experiencia, lo cierto es que ha alcanzado un grado de madurez inimaginable en función de su presupuesto y tiene hechuras de equipo grande. Porque el Pucela compite siempre. Gane, pierda o empate. Juegue peor, o juegue mejor, con bajas o sin ellas, pero sabe lo que tiene que hacer en el campo y lo hace con fe, confianza y una profesionalidad que abanderan, por ejemplo, y por citar algunos, futbolistas como Toni Rukavina, que esta tarde vio su quinta amarilla y después de jugar 34 partidos de Liga seguidos tendrá que descansar en el Camp Nou; Álvaro Rubio, que este sábado estuvo en el césped después de superar una contractura y dio la cara, como siempre, hasta que no pudo más y tuvo que abandonar el campo en el minuto 58; o Víctor Pérez, que después de una grave lesión, ha vuelto en plenitud de facultades y fue el auténtico pulmón del equipo.
El Real Valladolid planteó el partido como una final y la ganó. La pasada temporada jugó muchas y no perdió ninguna. Este sábado jugó otra ante un Deportivo que se jugaba algo más que tres puntos y volvió a ganar. Y venció como antes, con un gol de Javi Guerra, un gol de oportunista que desequilibró una balanza que siempre estuvo igualada porque pesaba más la responsabilidad que el virtuosismo.
Enhorabuena, Pucela.
Más información sobre este partido, aquí.
Para ver el resumen del partido, pincha aquí.
Fotografías (Ángel Becerra). En Portada: los jugadores del Real Valladolid celebran la permanencia al final del partido. Arriba: Álex Bergantiños trata de frenar el avance de Óscar.
Galería fotográfica completa en Facebook/RealValladolid.