Siempre trabajando
Roberto Arroyo, todavía en edad juvenil, derribó una nueva puerta en su carrera al marcar su primer gol con el Promesas
La -corta- carrera futbolística de Roberto Arroyo no ha sido sencilla para el delantero, que hace cuatro años vivió un episodio complicado en el que temió su vuelta al fútbol. Pero su lema de trabajo y esfuerzo le permitió superarlo para continuar derribando puertas hasta lograr su primer gol con el Real Valladolid Promesas, siendo todavía juvenil.
El atacante sufrió un golpe en el muslo durante un entrenamiento y la situación médica se complicó. “En ese momento estás con la familia y quieres que todo se acabe. Cuando llega un punto en el que no sabes si vas a volver a jugar, piensas en estar bien y en poder jugar al fútbol digan lo que te digan”, recuerda Arroyo. De hecho, tuvo que pasar dos meses en el hospital para iniciar una recuperación que medio año después le permitió volver a jugar, lo que le dejó “muy contento”.
Desde entonces, recorrió un camino en el que estuvo “siempre trabajando”. “Aunque esté sufriendo o lesionado, el trabajo no se negocia. Pasando muchos compañeros, muchas experiencias y siendo buena persona”, asegura.
Además, en ese proceso contó, sobre todo, con el apoyo de su abuelo: “Le tengo en un altar, le quiero mucho. De pequeño siempre me llevaba a entrenar, igual que mi padre. Siempre va a estar ahí, pase lo que pase”. Por ello, su familia fue la protagonista de la celebración del tanto en Talavera. “Cuando meto gol siempre miro al cielo y me acuerdo de mi madre, de mi padre… Siempre me están viendo y me acuerdo mucho de ellos. Los veo viéndome desde casa”, comenta.
Confianza
Otra de las claves para Arroyo es la confianza, esa que muestra en el filial blanquivioleta este curso. “Somos un equipo nuevo. Siempre hay un proceso de adaptación, pero si seguimos así vamos a conseguir muchas cosas. Al 100% seguro. Estamos trabajando muy bien, el míster nos da mucho apoyo… Se demuestra en los partidos, porque considero que jugamos muy bien al fútbol”, explica.
De igual manera que la apuesta realizada por Julio Baptista con él, a quien ya tuvo en las temporadas atrás en juveniles. “Ver que un entrenador te da esa confianza… Se lo tienes que demostrar día a día igual que él te lo demuestra a ti. Muy contento con él”, expresa.